Como instructor, se espera que este revise las características y objetivos del aprendizaje con el aprendiz. A continuación, junto con el aprendiz pueden aclarar sus expectativas y discutir los objetivos educativos del aprendizaje tal y como han sido establecidos por el centro educativo. También debe hablar de las expectativas del aprendiz en el lugar de trabajo con respecto a su estancia en la empresa, haciendo hincapié en el respeto a los clientes y en que se espera que el aprendiz sea independiente y responsable en el cumplimiento de las tareas asignadas. En este punto, el instructor también puede preguntar al aprendiz sobre sus experiencias previas relevantes, averiguar qué riesgos percibe el aprendiz, qué incertidumbres tiene, y explicar cómo superarlas en el lugar de trabajo.  

En cuanto a los objetivos educativos del aprendizaje, el aprendiz debe dar a conocer al instructor las formas y el contenido de los objetivos pertinentes que se han consultado con el centro educativo. Sin embargo, el proceso de fijación de estos objetivos debería ser siempre un proceso tripartito en el que el instructor proporcione al aprendiz información sobre el contenido de los objetivos iniciales, le oriente sobre cómo alcanzar estos objetivos durante el aprendizaje, dónde buscar los recursos y las pruebas necesarias para cumplirlos. Al mismo tiempo, el aprendiz debe discutir la idoneidad de los objetivos establecidos y si éstos son alcanzables en el lugar de trabajo, buscando posiblemente una forma de re-formular o cambiar completamente los objetivos. Una vez establecidos, el mentor y el aprendiz trabajan con los objetivos acordados a lo largo del aprendizaje.